Analogía de la tozudez humana
El viento susurró en mis oídos los caminos que mis pasos debían seguir al andar, caminos de limpio asfalto que harían que mis pies rasguñados dejaran de sufrir por frías piedras puntiagudas que había en caminos que nunca debí seguir. Mientras el viento susurraba yo sonreía porque sabía que tenía razón, no tenía ningún sentido …