Sueños imposibles
—Raúl, ¿me oyes? —le preguntó Marcos impaciente. Hasta ese instante, Raúl había estado en otro mundo. Quizá volando mientras sonreía a la Luna, quizá en una playa de aguas cristalinas con la única preocupación de cuándo dar el siguiente beso o quizá, simplemente mirándola al mismo tiempo que escuchaba su respirar, el suyo, el de …